11 de noviembre de 2009

Sacyr, menos publicidad y más realidades


No salgo de mi asombro cuando veo la tremenda campaña publicitaria lanzada por la constructora Sacyr para contarnos los parabienes de los mastodónticos proyectos que va a ejecutar o los que tiene en curso. Lamentablemente no todo lo que reluce en los anuncios es oro. Yo pondría en cuarentena cualquier noticia que tenga que ver con estos señores, porque la realidad dista mucho de lo que se dice gratuitamente en un anuncio de televisión.

Sacyr tiene detenida, un año y medio después de iniciarla, la obra de la autopista AP-46 Málaga-Las Pedrizas porque no tiene dinero para finalizarla. Parece ser que la constructora adjudicataria de la ampliación del Canal de Panamá es incapaz de terminar una carretera de apenas 25 kilómetros y 421 millones de euros de inversión en su propio país. El PP ya ha solicitado que se recupere la concesión -se trata de una autopista de peaje entregada por el sistema de la concesión administrativa por 30 años- pero el ministro de Fomento,José Blanco, parece no tener prisa y ni siquiera anuncia acciones.

Visto lo anterior, estaremos atentos a lo que ocurra en el Canal de Panamá, en donde Sacyr licitó un precio 1.000 millones de dólares inferior al del segundo ofertante, casi un 20 por ciento menos. Estoy convencido que en Panamá no van a ser tan indulgentes con ellos como lo son nuestros gobernantes aquí en España.

Porque, en mi opinión, en casos como estos el Estado debería actuar. Primero para rescatar la concesión. Segundo para impedir que esta constructora pueda volver a licitar ninguna obra pública. Y tercero denunciar en los tribunales de justicia a Sacyr por publicidad engañosa. El eslogan de la campaña no puede ser más falso: "Hacemos lo imposible", a lo que habría que añadir: "Mientras tengamos dinero".

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