29 de noviembre de 2007

Una auténtica e incómoda verdad


Llevo tiempo denunciando el increíble poder que tienen los medios de comunicación en la sociedad actual. Este poder es el que realmente está generando el fenómeno que conocemos como globalización y que tantos –y tan variopintos- detractores aglutina. Estos enemigos, curiosamente globalizados en sus proclamas, del mundo interconectado, sin embargo, nunca reparan en que son los medios de comunicación los que verdaderamente han creado el fenómeno global. Porque las mercancías, los capitales y las personas siguen teniendo fuertes barreras, tanto físicas como legales, para su libre movimiento por el globo terráqueo. La información no. Internet y la televisión vía satélite han eliminado cualquier tipo de frontera.

Esta globalización, evidentemente mediática, hace que surjan modelos de comportamiento y de opinión uniformes en prácticamente todo el planeta.

El más claro ejemplo de lo que digo lo estamos viviendo hoy con algo que se está convirtiendo en la mayor preocupación de la Humanidad entera: el cambio climático. Desde que el excandidato a presidir los Estados Unidos de América, Al Gore, decidiera dedicar su existencia pública al tema, han corrido verdaderos ríos de tinta –por fortuna mucha ha sido digital- y se han producido millones de minutos de programas de televisión hablando acerca del mismo. Esta dedicación mediática ha sido y sigue siendo acumulativa y exponencial, es decir, cuanto más se habla del asunto más importante se vuelve para los medios y más espacio dedican a su análisis.



En este mundo lo que cuentan de verdad son los premios Oscar. Inequívoca puerta de entrada y catapulta de este “gran problema” que ha devuelto a la palestra al fracasado candidato Al Gore. No podemos culpar a la Academia Estadounidense de Cine de nada, dado que sus premios se basan en la calidad cinematográfica –o algo así- y no en el rigor científico. ¿Cómo van a saber los académicos del cine gringo que dentro de 50 años el nivel del mar se estima que crecerán en 20 ó 30 centímetros y no en 7 metros, como dice Gore en su laureado documental?. Tampoco podemos culpar a la Academia Sueca de las Ciencias de entregar el Nóbel de la Paz a este personaje. Al fin y al cabo no se lo dieron en la categoría de física, sino en esa otra rama tan etérea que es la paz. Ya los del Nóbel han dado claras muestras de ser partidarios de seguir la corriente mundial al otorgar este mismo premio a Yasser Arafat, Henry Kisinger o Rigoberta Menchu, por poner algunos ejemplos un tanto contradictorios.



De este modo nos encontramos que el cambio climático se está consolidando como el mayor conflicto que los habitantes de la Tierra tenemos entre manos. Desde Uzbekistán hasta Polinesia, pasando por España, en los medios de comunicación no se habla de otra cosa. Esto ha generado la opinión generalizada de que los gobiernos deben prestar atención prioritaria al asunto. Incluso la propia ONU anda más preocupada por este asunto que por erradicar la pobreza en el mundo o por reprender a los países ricos porque siguen vendiendo armas a los países africanos en permanente conflicto bélico. La ONU siempre tan mediática y tan mediatizada.



En este afán de seguir la corriente global y de agradar a la lobotomizada opinión pública española, siempre tan políticamente correcta, el presidente del Gobierno no cesa de centrar su agenda en tal importante asunto para los españoles. Desde recibir con honores de jefe de estado a Al Gore, hasta poner en marcha todo tipo de peregrinas medidas contra el cambio climático. Sin olvidar el cheque que se llevó hace unos días Bill Clinton a costa del bolsillo de los españoles. No hay palabras. España es uno de los países que menos contamina de toda Europa, sólo emite más gases que Portugal y Suiza. Pero se ve que España no tiene otros problemas. Lo del aumento de la cesta básica de la compra en dos dígitos es una bagatela comparado con el acuciante calentamiento terráqueo.



La gran paradoja de todo este asunto es que todo este movimiento global procede del país que más contamina del mundo. De la primera potencia mundial en emisión de dióxido de carbono, la cual ni siquiera acepta poner en marcha el denominado Protocolo de Kyoto. El que fuera vicepresidente de los EE UU ahora nos receta al resto de los mortales su “verdad incómoda” en formato urbi et orbi. Pero el oscarizado político no fue capaz en ocho años de gobierno de hacer absolutamente nada porque su país cumpliera con el Protocolo de Kyoto. Esa es la auténtica e incómoda verdad que nadie se atreve a decirle a Gore.

20 de noviembre de 2007

El complejo criollo y el complejo conquistador


El reciente capítulo protagonizado por Juan Carlos de Borbón y Hugo Chávez, en la Cumbre Iberoamericana celebrada en Chile, ha servido a algunos para despertar los odios viscerales que aún dormitan en una parte de la población latinoamericana. Como es habitual, esto sucede con el apoyo incondicional de no pocos de los odiados que, en su afán políticamente correcto por defender a presuntas minorías, incluso se permiten el lujo de auto-flagelarse.

Me ha causado sorpresa que el recordatorio de la colonización de América, en esta ocasión, haya venido de un prestigioso intelectual costarricense, el cual ha querido formular un paralelismo entre el “¿Por qué no te callas?” y los acontecimientos que se produjeron hace varios siglos, cuando los conquistadores españoles visitaban –para quedarse- por primera vez estas tierras. Ya el propio interpelado esta semana circundó dichos terrenos. Nada nuevo bajo el sol. Al que se cree un Simón Bolívar tercermilenario ese discurso le sale con toda naturalidad, dado que en él se asienta parte del odio continuamente reavivado que le mantiene en el poder. Hoy somos los españoles y mañana serán los estadounidenses. El odio es lo que más une al ser humano.

Este asunto de culpar a los demás de los males de América Latina es tan viejo y está tan manoseado que ya no se sostiene. Pero algunos le siguen sacando jugo y culpan sin remilgos a sus antepasados. Sí. Sus antepasados. Los de Fidel Castro, Daniel Ortega, Hugo Chávez y toda su caterva de líderes mesiánicos con su pátina de indígenas. Porque fueron los ancestros de todos estos los que llegaron a “hacer las américas” y se quedaron. Que nadie se olvide de eso. Por eso cuando levantan el dedo acusador espetando aquello de “los españoles que vinieron a llevarse el oro”, resulta que hablan de sus propios antepasados.

Nicaragua se independizó de España en 1821, Bolivia en 1825, Ecuador en 1830 y Venezuela en 1845, por poner cuatro ejemplos de países cuyos líderes aún continúan con la monserga de los conquistadores. En otras palabras, han pasado cerca de dos siglos y los españoles continuamos siendo los culpables de los males que afectan a gran parte de los pueblos de esta parte del Atlántico. ¿Sospechoso no les parece?.

¿Será posible que nadie se haya parado a pensar que los deseos –y consecuciones- independentistas de personajes tan alabados como Simón Bolívar, no eran más que las ansias de poder y hegemonía de la población de origen español que, con base en su nacimiento criollo, no querían seguir sometidos a los vientos liberales que procedían de Europa?. Si los españoles somos culpables de que Latinoamérica no levante cabeza, ¿serán los británicos, holandeses y franceses culpables de la bonanza que afecta a los EE UU y Canadá, a pesar de que arrasaron con la población indígena?.

Discúlpenme por la formulación retórica de tales interrogantes. El caso es que estoy convencido de que muchos de los que, como borregos, aceptan sin titubeos el mensaje que culpabiliza a la colonización europea de estas tierras de todo lo que viene sucediendo desde que abandonaron el neolítico hasta nuestros días, no se han detenido a plantearse semejantes interrogantes. Ni de un lado de la “mar océana”, que dijera Colón, ni del otro.

No olvidemos que del lado de los presuntos culpables, hay quiénes se solidarizan con ese concepto mesiánico denominado “los oprimidos pueblos de América”. No sabemos si en un acto de aceptación o de acusación: “Fueron ellos, nosotros siempre fuimos de izquierdas”. Algunos acuden presurosos a hablar de “la larga noche de los quinientos años”. Bonita metáfora. Una pena que en los últimos doscientos la “noche” haya corrido por cuenta propia. Otros incluso tienen fuero legislativo y no dudan en pedir que Juan Carlos de Borbón pida disculpas al caudillo por ponerlo en su sitio. Así nos va.

12 de noviembre de 2007

Lo callaron



El presidente/caudillo de Venezuela cree que cualquier acto público al que asiste es un mitin político. De esos que él patrocina con el dinero de los venezolanos procedente de la bonanza que viven los países productores de petróleo. Uno de esos eventos “bolivarianos” a los que acuden prestos a reírle los chistes –a cambio de algunos millones de petrodólares- los presidentes de Nicaragua, Ecuador y Bolivia, así como algún testaferro de la familia Castro, a la sazón dictadores de Cuba. Chávez Frías pensó que la Cumbre Iberoamericana era el plató de televisión de su programa, “Aló Presidente”. Pero se equivocó.

Se confundió de lugar, de escenario y de público. Pero su mayor yerro fue pensar que se encontraba rodeado de esos títeres a los que les patrocinó la campaña electoral o de esos otros que no dudan en hacerse la foto con él con tal de que les condone un poquito de deuda, como el presidente argentino Kichner. El fanático de Bolívar se topó con un señor al que le importan un bledo sus petrodólares o sus canales de televisión. Un caballero que representa a un país que no tiene que mendigar por sus ayudas. El jefe de Estado de una nación que puede prescindir de la amistad de un dictadorzuelo de nuevo cuño, que se cree el libertador de América Latina, cuando en realidad lo que intenta es imponer el totalitarismo absoluto en todo el continente.

Hugo Chávez se tuvo que callar. Su bravuconería se le vino al suelo delante de todo el planeta. Su chulería posterior y los apoyos de sus gargantas agradecidas del continente americano no sirven de nada porque, como dijo Schopenhauer, “el honor es como las cerillas: sólo sirve una vez”.

Pero la lectura política de este asunto debe llegar mucho más allá de la anécdota, la cual, aunque importante en sí misma, no deja de ser un hecho aislado y, hasta cierto punto, simpático. En primer lugar está claro que España, como hemos dicho aquí muchísimas veces, tiene que recuperar su protagonismo en el continente americano. Las acusaciones de “fascista” contra el presidente Aznar, por parte de Chávez, son un asunto menor si lo comparamos con las amenazas veladas de Kichner contra las empresas españolas o los señalamientos del nicaragüense y ex dictador Ortega acerca del papel jugado por el embajador español en las últimas elecciones presidenciales de su país. En esta cumbre se ha evidenciado, de nuevo, que España no tiene una influencia real en la política del continente y que, para colmo, se le considera un “enemigo” por parte de esta nueva ola de populistas de corte socialista que empiezan a tener más poder en la región.

El otro factor a señalar es la devolución de la “amistad” que Chávez y sus secuaces le vienen propinando a Rodríguez Zapatero. Ante la insistencia del presidente del Gobierno español por considerar a estos líderes chavistas “aliados estratégicos”, éstos no dudan en dejar claro que España no es el amigo que ellos necesitan. Ellos, aupados por el ascendente precio del petróleo, no necesitan de la complacencia de ningún presidente novato empeñado por hacer ver al mundo su simpatía por todo lo que huela a izquierda. La actuación de Rodríguez durante la Cumbre Iberoamericana nos permite albergar esperanzas acerca de este aspecto. No obstante parece ser que ya el Presidente ha dicho que confía en que “las relaciones entre Venezuela y España no se vean afectadas por este incidente”.

Por último, las reacciones políticas que en España se han producido ante el suceso. La de Mariano Rajoy torpe como de costumbre. Hay que reconocer que Rodríguez actuó correctamente y lo que viene ahora es solicitar que se deje claro a estos dictadorzuelos qué es España y qué no es. Intentar sacar partido político del incidente no era lo más conveniente para el líder de la oposición. La de Gaspar Llamazares simplemente vergonzosa. Si este señor cree que atacar a Juan Carlos de Borbón es lo “políticamente correcto” dentro de su trasnochada visión de España, mejor que pida asilo político en Cuba, allí esas parrafadas neocomunistas son siempre bien recibidas.

5 de junio de 2007

El precio politico


ETA ha puesto fin a la idílica relación que parecía mantener con el gobierno. Anuncia el fin de la tregua además con aspavientos y culpando a Rodríguez en primera persona. A descaro nadie les gana. Aquí nunca hubo tregua porque se mató entre risa y risa. Lo que ha habido es una negociación larga, sangrienta, ilegítima e inútil. Para más señas lo ha dicho José Blanco: "No ha habido precio político", sin que nadie le pregunte. Excusatio non petita acusatio manifesta, que reza el proverbio latino. El descaro de este gobierno no tiene límite.

El último día del año pasado se nos dijo que el "proceso" quedaba roto, pero ahora nos dicen exactamente lo contrario: las negociaciones continuaron pero "no se ha pagado precio político". Todo para pedir ahora que perdonemos el error, un error que se atribuye oficialmente a ETA que es la que no suele errar, cuando de engañar a aspirantes al Nobel se trata. Por eso ETA no ha dudado en descubrir las cartas que venía jugando Rodríguez. Claro que yo no me creo nada de lo que digan los asesinos, pero esta vez era "blanco y en botella".

Ahora le va a tocar hablar a Rodríguez, no sólo en rueda de prensa, sino en el Parlamento y con el mismo bombo y platillo con el que abría las negociaciones con la banda armada. En aquella ocasión los terroristas le dieron alas con la declaración de "alto el fuego permanente". Rodríguez va a tener que entonar el "mea culpa" que se negó a recitar en Navidades a pesar de los muertos. Aunque a lo mejor me equivoco porque en El País preguntan a sus lectores “¿Crees que el Gobierno debe seguir intentando negociar la paz con ETA ?” . Yo me quedo con ese “seguir” acusador del propio grupo mediático socialista.

Entre las reacciones de los distintos partidos me parece muy significativa la del PNV que dice que esto es una “broma macabra”. En el partido vasco ya veía venir este desenlace y su discurso de unos meses a esta parte ha sido mucho más duro con la banda terrorista y su entorno que el del propio PSOE.

Guardan silencio en ANV, la secuela vergonzante -para Rodríguez- de Bastuna, ahora no tienen nada que decir son por cuatro años le testimonio vivo -y caro- del "proceso". Otegui visita a su amigo De Juana, liberado por acción u omisión del gobierno español. El domingo conocimos del macabro mailing de ETA extorsionando a empresarios -así era la "tregua"-, pero el aspirante al Nobel de la Paz miraba para otro lado. Ya hoy la televisión pública se ha apresurado a decir que la fiscalía pedirá que Otegui entre en la cárcel por enaltecimiento del terrorismo, pero la semana pasada fue Grande-Marlaska el que tuvo que actuar de oficio (Ver: http://www.terceravia.com/foro/viewtopic.php?t=116). Curiosidades de un "proceso" en el que "no ha habido precio político". ¡No ni ná!, que dicen en mi tierra.

Pero el verdadero precio político lo va a pagar aparentemente Rodríguez, al que entre los resultados de las municipales y el fin de la negociación con ETA le están dando demasiados malos ratos, así que mejor hablemos de economía.

3 de junio de 2007

Pan y circo en Venezuela


Uniformados, como si de un partido de la selección nacional se tratase, salieron ayer a la calle los adeptos de Hugo Chávez para gritar en apoyo de la decisión de cerrar –realmente es una no renovación de concesión- el canal de televisión Radio Caracas TV (RCTV). Los “pendejos”, como Facundo Cabral los denominaba en uno de sus formidables monólogos, pasaron por la oficina gubernamental correspondiente a recoger su uniforme y a firmar la consiguiente lista de asistentes para seguir cobrando de las migajas de los petrodólares. A cambio sólo tienen que salir a vociferar un rato.

Esto empieza a parecerse cada día más a las antiguas dictaduras romanas, pero al estilo bananero. Hagamos memoria. Ocurría en la Roma imperial que los césares, expoliando a los derrotados en las conquistas, empleaban los fondos para enriquecerse, contentar al ejército y mantener la paz en la capital del imperio. Así surgieron los repartos de alimentos en una Roma indolente y absolutamente improductiva, pero como el pan no bastaba, los césares programaban ambiciosos espectáculos para la masa desempleada. El fin último era tener a la masa contenta. Alimentada y entretenida, para ser más concretos. Así no reparaban en lo que ocurría en los contubernios consulares.

Lo mismo viene a suceder en Venezuela. El país vive un momento económicamente muy dulce gracias a los elevados precios del petróleo, los cuales no serán eternos o no lo son las reservas, que están reportando altísimos ingresos a las arcas estatales venzolanas. Estos fondos están teniendo la misma finalidad que la que los césares dieron a los botines de guerra y los impuestos de las provincias romanas: enriquecer a los que están cerca del poder y permitir que ese poder no tenga contestación contentando al pueblo y, seguramente, al ejército.

No es un secreto que Chávez anda repartiendo las sobras del botín petrolero entre los votantes para que se mantengan fieles, de ahí los espectaculares resultados de las últimas presidenciales. Claro que mientras el venezolano de a pie se compra una computadora, gracias al sueldo público, los cargos de confianza del “cónsul” se compran apartamentos de siete dígitos en dólares. Pero el pueblo no es ambicioso y se conforma con la “sopa boba”.

El circo en este caso lo aporta el propio presidente, el cual sale casi a diario a dar una función para las masas alimentadas. Nunca en Roma tuvieron ese lujo: un césar bufón. Ayer volvió a actuar para mandar “al carajo” a todo el que ha criticado su decisión de limitar la libertad de expresión, dentro y fuera del país. Con ese verbo grotesco que le caracteriza hablaba de la “derecha internacional”, en referencia a todos los mandatarios mundiales que no le han reído la gracia por cerrar RCTV, incluido su “aliado” Lula. Ni a Fidel Castro se le había ocurrido una expresión tan totalizadora: la derecha internacional.

Debe estar molesto el presidente de Venezuela ante la reacción interna y externa que ha tenido su última cacicada. Algunos de sus presuntos aliados le han criticado y en las calles de Caracas hemos vuelto a ver masas –no uniformadas, por cierto- criticando sus decisiones. Ante la evidencia del error ha tenido que recurrir a los recursos habituales: redoblar la ración de pan y dar una función de circo. Así que sacó a las gargantas agradecidas a la calle e insultó a todo el que no le ha seguido el juego en el asunto de la mordaza impuesta a un medio de comunicación privado.

Contento, en definitiva, se nos mostraba ayer el pueblo venezolano. Tiene su pan, circo presidencial y camiseta de manifestación gratis. Porque el uniforme que lucían ayer los manifestantes podrá no gustarnos, pero lo bueno que tienen los uniformes es que siempre son cortesía del poder.

1 de junio de 2007

La "voluntad del pueblo" va por barrios



Como ya se anunciaba en la noche electoral, la segunda fase de los comicios empieza ahora. Se trata de la ronda de pactos para lograr el poder. No hay demasiadas sorpresas en este sentido, aunque sí estamos empezando a ver a los partidos mayoritarios utilizar su doble discurso habitual. Antes del domingo el PP propuso que gobernase la lista más votada, pero el PSOE no quiso aceptar esa opción, así que guardó silencio sabedor de que ese “trato” le restaría mucho poder.

Pero parece que el PP no va a cumplir su propia propuesta y en Canarias podría apoyar la investidura de Coalición Canaria, segunda lista más votada, frente a la socialista. Hoy el candidato canario sin programa, Juan Fernando López Aguilar, ha dicho que “la voluntad inequívoca de los canarios es la del cambio”, en referencia a que la suya ha sido la candidatura con mayor número de votos en las Islas Afortunadas, y puede que tenga razón. López Aguilar lo que pide es que el PP cumpla lo que su partido no quiso aceptar, no quiere aceptar: que gobierne la lista más votada.

Por eso lo que cabe es decirle a López Aguilar que la voluntad de los sevillanos o de los asturianos también es la del cambio, pero no va a suceder porque su partido no lo va a permitir y va a gobernar en Sevilla y Asturias sin ser la lista más votada. Triste lo de López Aguilar, pero su discurso moralista no hace más que acusar a su propio partido. Porque el pueblo vota, pero los que pactan son los partidos, como ocurrió en Galicia o en Cataluña, en donde gobierna su partido gracias a los pactos y desplazando “la voluntad inequívoca” de los ciudadanos. El ex ministro, que festejó desde el gobierno, las derrotas de su partido en Cataluña y Galicia porque en realidad eran victorias gracias a los tripartitos con nacionalistas, ahora quiere que se aplique lo que él nunca quiso aceptar cuando las cuentas le eran favorables al PSOE.

El discurso de la “voluntad inequívoca del pueblo” tienen poca validez cuando viene de un dirigente político como López Aguilar. Porque para estos políticos nuestros lo que vale es el poder por el poder y la voluntad del pueblo es válida sólo cuando les conviene para dar discursos de doble moral.

28 de mayo de 2007

Oxigeno para Rajoy, aviso para Rodriguez


Conocidos los resultados de las elecciones municipales y autonómicas me atrevo a realizar un análisis a vuelapié de los mismos. Seguramente que estos primeros comentarios se verán corregidos y mejorados por las aportaciones de los que leen esta líneas, amén de por las alianzas que se formalizarán en las próximas horas, o días.

El PP ha ganado las elecciones. Ha sido una victoria mínima, pero la primera de la era Rajoy, con lo cual el presidente del Partido Popular agarra un poco de oxigeno ante un panorama previo bastante sombrío y en el que su liderazgo estaba más que cuestionado. Así los populares se mostraban exultantes en la noche electoral, si bien creo que mañana con más sosiego, deberán empezar a trabajar para mantener algunos ayuntamientos, amén de Navarra y Baleares. Ni que decir tiene que además Rajoy deberá analizar lo sucedido en referencia a los liderazgos internos.

Hoy Rodríguez ni siquiera ha salido a dar la cara, todo un síntoma del tipo de liderazgo que representa: siempre para las maduras, nunca para las duras. Ha mandado a Fernández de la Vega con el mensaje claro de que “esto no tiene nada que ver con el Gobierno”. Nadie se lo cree y menos aún cuando victoria popular ha sido arrolladora en los puntos en los que el PSOE, y más concretamente Rodríguez, había puesto más empeño. Me refiero a Madrid, Valencia y Marbella, en donde el PP ha “arrasado” literalmente a los candidatos de Rodríguez. Lo de Sebastián ha sido la crónica de una muerte anunciada. Aviso en toda regla, por tanto, para el PSOE que ha decidido mirar para otro lado y ya piensan en amarrar las alianzas que vienen y con quien haga falta, como viene siendo habitual.

En los medios oficiales y oficialistas no han parado de insistir en los retrocesos del PP en algunas capitales de provincia y autonomías. Incluso han llegado a insinuar que el PSOE ha sido el ganador de los comicios, cuando uno de los locutores de la cadena de televisión que pagamos entre todos ha afirmado que “el PP se ha autoproclamado vencedor de las elecciones”. Por supuesto los medios del otro lado han minimizado las pérdidas populares.

ETA entra con fuerza en los ayuntamientos

De lo que no han dicho absolutamente nada en los medios progubernamentales ha sido de los excelentes resultados logrados por el partido sucesor de Batasuna al que Rodríguez ha permitido presentarse a las elecciones, ANV. Los representantes políticos de ETA han logrado un buen número de concejales y ocho alcaldías por mayoría absoluta, seguro que alguna más “cae” en sus manos en los próximos días. Toda una alegría para Otegui que ha confirmado que la izquierda proetarra ha logrado "records históricos jamás alcanzados".

Se consuma la desvergüenza con el visto bueno generalizado de la izquierda nominal española. Para mayor insidia los terroristas sin antecedentes penales hoy han abucheado en los colegios electorales a los líderes de los partidos democráticos vascos, incluidos a los que les prestan su apoyo de forma tácita o expresa. Sinceramente, me he alegrado al ver las imágenes de Patxi López escoltado ante los insultos de sus “interlocutores”.

22 de mayo de 2007

Los corruptos ahora dan lecciones de etica



Hace unos días tuve la oportunidad de compartir una interesante sobremesa con una de las personas que más conocen del funcionamiento de la educación pública en Costa Rica. Se trata de don Fernando Durán, que fue rector de la Universidad de Costa Rica (UCR) y ha continuado vinculado a la formación desde que dejó de fungir como rector. Durán señaló como uno de los grandes problemas que ha generado el declive actual que sufre la educación básica en el país la imposibilidad de muchas familias para adquirir los libros de texto a sus hijos en edad escolar. Pero esta grave deficiencia no es un mal endémico del sistema educativo costarricense.

Hace algunos años, cuenta el ex rector, con el apoyo de una institución de ayuda internacional a la educación, se formó un equipo de profesionales para la creación de libros de texto públicos bajo el amparo de la UCR. Así se publicaron los textos para todos los cursos de educación primaria, los cuales eran prácticamente gratuitos. Esta iniciativa supuso un duro varapalo para la editorial privada que hasta el momento, en régimen de cuasi monopolio, dominaba el mercado y tenía asegurados unos ingresos casi fijos.

La editorial no se quedó de brazos cruzados y emprendió su particular cruzada para recuperar el mercado perdido. Primero con los propios maestros en los colegios a los que empezó a pagar comisiones por imponer sus textos y frente a los oficiales a sus alumnos. Pero no dio demasiado resultado, así que continuó con el pago a funcionarios del Ministerio de Educación Pública (MEP), además de a los maestros, para que se quejasen de la mala calidad de los textos gratuitos. La estrategia fue dando sus frutos y las autoridades, ya corrompidas por el dinero de la editorial, terminaron por retirar los textos públicos del mercado y dejar que los maestros recomendasen otros previamente supervisados por el MEP.

Así se llegó a la situación actual en la cual se estima que en torno a un 40 por ciento de los alumnos de educación primaria no tiene libros de texto. Costa Rica es el país de América Latina con mayor índice de alfabetización, alrededor del 97 por ciento, pero saber leer y escribir no basta en un país que pretende asomarse al desarrollo económico. Con esta perspectiva el nuevo gobierno costarricense decidió rescatar los viejos textos, revisarlos y colgarlos en Internet para que pequeños impresores pudiesen descargarlos, imprimirlos y venderlos a un precio limitado. De esta forma la Red permitiría que más niños accediesen a los libros de texto. Esa iniciativa se puso en marcha hace cerca de un año, pero ya se pueden imaginar que no han cesado de salir trabas en los despachos del MEP responsables. Por supuesto, la editorial ha hecho su trabajo antes de que el fuego se extendiese.

No sé si algunos lectores habrán adivinado que la editorial a la que se refería don Federico era a la cabecera educativa del todopoderoso Grupo Prisa, Santillana, la cual se expandió por toda Latinoamérica gracias a los fondos de ayuda al desarrollo del Estado español en tiempos de Felipe González. Ahí es donde agarró pulmón financiero el grupo del señor Jesús (de) Polanco, el gran valedor de la izquierda española, ese que no tiene empacho en erigirse como abanderado de la democracia y la independencia. Ese mecenas de la intelectualidad izquierdista patria cuyo ejemplo de bajeza seguramente no es más que unode los desmanes ejecuta en los diferentes mercados en los que opera su “empresa educativa”.

Tiene gracia que los que se ponen la camiseta de la igualdad, de la solidaridad, de la pluralidad, no sean más que vasallos de un imperio forjado a base de sustraer, por medio de la corrupción más vergonzosa, los recursos de los más débiles. Resulta paradójico que se nos presenten con el más mínimo grado de autoridad moral aquellos que se sirven de la pobreza en Latinoamérica para enriquecerse, aquellos que han amasado una fortuna por medio de los más viles instrumentos y soslayando cualquier principio moral básico. Me parece patético que los que se nutren de la propaganda disfrazada de información que sale de los medios de comunicación de este grupo asentado en la vileza quieran venir a darnos lecciones de ética.

15 de mayo de 2007

Goebbels entra en campaña


Estaba cantado. ETA ya ha pedido el voto para ANV, aquel partido que en más de 20 años no había tenido actividad pero, de la noche a la mañana presentó cerca de 300 candidaturas en Euskadi y Navarra. El primero en avisarlo no fue el PP, sino el PNV con ese doble discurso que maneja: quieren que se elimine la Ley de Partidos pero acuden prestos a denunciar a las secuelas de Batasuna. Sin duda es el PNV el principal perjudicado de esta presencia de los etarras en las elecciones, a nivel electoral, digo, porque desde el punto de vista del Estado de Derecho, los que más hemos perdido somos los ciudadanos que tendremos que sufragar con nuestros impuestos a un partido que defiende políticamente los valores del terrorismo.

Rodríguez insiste en su mentira y acusa de mentirosos a los demás, pero a estás alturas del partido queda claro quién mintió y quién ha permitido que ETA esté el 27 de mayo en liza electoral. Él solito se acusó en aquel mitin en el que dijo que pondría a fiscales y abogados del Estado a ilegalizar todo lo ilegalizable, pues bien, NO lo ha hecho y ahí está la terca realidad.

Por mucho que Rodríguez se empeñe ahora en lanzar los cañones contra la Pantoja, que se está convirtiendo en la particular Guerra de Irak de estas elecciones municipales y autonómicas, el daño está hecho y los ciudadanos medianamente críticos lo tienen claro. Lo que ocurre es que en España la tonadillera tiene más seguimiento que el propio Rodríguez y que hay más programas en televisión de color "rosa" que de carácter político o simplemente que animen al debate o a la participación de la Sociedad Civil.

Veo en los anuncios electorales que Rodríguez insiste en aquello que dijo Rubalcaba: "los españoles eligieron a un Gobierno que dijera la verdad y lo estamos cumpliendo". No, Sr. Presidente, Udes. mienten y Ud. no tiene ninguna autoridad moral para continuar engañando a la ciudadanía. Hoy sabemos que en el PSOE son unos maestros aplicando la teoría goebbeliana(*).


(*) Goebbeliana: De Joseph Goebbels, ministro de propaganda de Adolf Hitler

8 de mayo de 2007

¿Quien miente realmente en España?


Desde aquella fatídica noche para la democracia española en la que se violó de forma vergonzosa la sagrada “jornada de reflexión”, el PSOE ha enarbolado la bandera del gobierno/oposición, señal de que aún pretender rentabilizar el latiguillo que tanto éxito les dio el 14 de marzo de 2004, acusando continuamente al PP de mentir. Si atendemos a las comparecencias de los portavoces habituales del partido en el poder, básicamente María Teresa Fernández de la Vega, José Blanco y Diego López Garrido, la palabra “mentira” es la que más emplean para referirse al principal partido de la oposición.

Según los portavoces socialistas el PP siempre miente. Miente cuando habla del estatuto catalán, miente cuando habla de terrorismo y hasta miente en el precio del café matutino con el que los españoles compartimos opiniones en el intermedio laboral. Es el argumento más convincente que podemos escuchar a la vicepresidenta cuando se le pregunta por las críticas de la oposición al hilo de cualquier asunto. En el tremendo lío de la CNMV el partido de Mariano Rajoy también mentía, así que tuvieron que convertir en mentiroso a Manuel Conthe. Todos mienten. Recuerden que según Rubalcaba “los españoles quieren un gobierno que no les mienta”, frase lapidaria que retumbó la noche de reflexión previa al ascenso al poder de Rodríguez Zapatero.

Todo este asunto de la presentación de candidaturas de partidos de la izquierda radical vasca ha vuelto a permitir al PSOE utilizar la palabra mágica en su discurso. Pero el tiro le está saliendo por la culata y parece que la mentira ha cambiado de bando.

En primer lugar, desde hace varios meses el Gobierno insiste en que las decisiones tomadas por diversos fiscales de no actuar contra dirigentes del entramado político-terrorista de ETA, nada tienen que ver con presiones o instrucciones desde el Poder Ejecutivo. Sin embargo, en un reciente mitin, el propio Rodríguez señaló que pondría a trabajar a “fiscales y abogacía del Estado” para que se cumpliese la Ley de Partidos. En definitivas cuentas, el presidente admitió la injerencia de su Gabinete en las decisiones de la fiscalía.

A continuación tenemos el caso concreto de los recursos presentados por fiscales y abogados del Estado contra determinadas listas de los partidos Abertzale Sozialisten (AS) y Acción Nacionalista Vasca (ANV). Como el propio Rodríguez afirmó se impugnaron una serie de listas de estos partidos, los cuales no sólo presentan en casi todas sus candidaturas a miembros de la ilegalizada Batasuna, sino que en el caso concreto es un partido que lleva más de veinte años inactivo y ahora tiene capacidad, de la noche a la mañana, para presentar más de 200 con cerca de 2.000 personas en total. Pero no se intentó frenar la postulación de ambos partidos.

El Tribunal Supremo (TS) ha dictado auto en el cual, efectivamente ilegaliza las listas que el Gobierno, por medio de sus fiscales y abogados, solicitó. Con esa lista Rodríguez nos hizo creer que se estaba haciendo todo lo posible para que los socios políticos de ETA no concurriesen a las elecciones del próximo 27 de mayo. Sin embargo el TS en su auto de impugnación de las candidaturas de AS y ANV dice lo siguiente: "Ante la hipótesis de que un partido político presentara candidaturas con el ánimo de defraudar los efectos de la ilegalización de otro partido (...), quebrantando la sentencia de ilegalización, el cauce que el ordenamiento jurídico ofrece para salvaguardar la eficacia de la sentencia el de la solicitud de ilegalización del nuevo partido -o del que, sin ser de nueva creación, sea aprovechado con el mismo designio elusivo-".
Caben pocas interpretaciones al texto literal del auto. Efectivamente el TS ha dado la razón al Gobierno impugnando las listas solicitadas, pero ¿por qué el Gobierno no solicitó la retirada de la totalidad de las candidaturas de AS y ANV como el propio TS señala en su sentencia?. Pues a pesar de todo, José Blanco dice que el PP miente y el presidente insiste en que el TS ha respaldado su actuación. Nada más lejos de la realidad, por mucho que lo diga el Ministro de Justicia o lo intenten maquillar los medios oficiales y oficialistas. En este asunto alguien ha mentido y creo que ahora se intenta poner el ventilador para confundir a la opinión pública.

El tercer asunto va vinculado a éste de las listas. Porque el tema de las listas no es cuestión baladí. Hay mucho dinero en juego en estas elecciones y ETA anda corta de efectivo. Rodríguez viene negando el avance de las negociaciones con la banda terrorista desde que ésta hiciese saltar por los aires el “proceso” –y el aparcamiento D de la T4 de Barajas- en diciembre. Pero todas las señales indican precisamente lo contrario. Desde la libertad “de facto” de Iñaki de Juana, hasta la velada luz verde a la concurrencia de Batasuna a las urnas en las próximas municipales y autonómicas. Nuevamente parece que alguien miente y parece que estamos muy cerca de saber quién es.

5 de mayo de 2007

Aznar y el liberalismo


El expresidente Aznar continúa imitando a su archienemigo, Felipe González, en aquella turbia etapa del PSOE en la cual González aún se aferraba al poder y control absoluto del partido. Jose María Aznar continúa intentando intervenir en la política española que él, voluntariamente y no como Felipe González, abandonó en 2004. La sobra aznariana es larga aún en Génova.

El abandono de la política activa no consiste solamente en dejar de ser diputado o candidato a algo, sino que conlleva apartarse de la tentación de intervenir, por medio de las declaraciones públicas, en los aspectos más candentes del escenario nacional en materia política. Aznar aún no ha sabido hacerlo. Si bien ha sabido rodearse de un cierto aura de orador internacional de prestigio, sus continuas declaraciones, casi siempre algo exaltadas, le hacen perder credibilidad continuamente.

Jose María Aznar siempre ha sido un liberal convencido, aunque durante su mandato actuó más como reformista que como le hubiese pedido el cuerpo. De ahí que sus discursos ahora caminen siempre la senda del liberalismo absoluto, no sólo en el ámbito de lo económico. Sus recientes, polémicas y desastrosas-para-su-partido declaraciones a cuenta de las campañas de la Dirección General de Tráfico, son un claro ejemplo de lo que vengo a destacar. Aznar pide libertad para el individuo en su comportamiento, apelando al propio sentido de la responsabilidad que es el valor que simbióticamente se une al primero. Sin responsabilidad no puede haber libertad y el ser responsable es aquel que es libre para tomar sus propias decisiones.

No puedo estar más de acuerdo con los principios liberales que Aznar difunde en sus conferencias, pero creo que el expresidente, en ocasiones, pierde la perspectiva y no comprende –o mezcla deliberadamente- que el ser humano debe contar con medidas correctoras de su falta de responsabilidad. Es decir, el Estado está en su derecho y su deber de establecer medidas coercitivas en tanto que el individuo no es consecuente con el principio de responsabilidad que lleva aparejada la libertad.

Me alegra ver que Aznar es consecuente con sus propios principios y que está dedicando su tiempo, ahora fuera de la política activa, a predicar el liberalismo que abrazó desde su juventud. No obstante, parece que Aznar está repitiendo el deshonesto ciclo de su predecesor al intentar mantener viva la llama de un liderazgo que, aun reconociéndole su presencia, debería discurrir por otros derroteros. A Felipe González le costó aceptarlo y ahora, al cabo de los años, ha logrado ocupar un lugar privilegiado en el imaginario de los españoles. Esperemos que Aznar sea capaz de asumir su propia decisión, fruto sin duda del liberalismo militante, en un corto espacio de tiempo. Por su propio bien y el de su partido.

17 de abril de 2007

La republica, ese balsamo de fierabras

El sábado pasado se celebró el LXXIV aniversario de la proclamación de la II República Española. Como cada año surge, además del folclórico desfile de banderas tricolores -tan políticamente correctas, estas-, el debate sobre la oportunidad, legitimidad o necesidad de instaurar de nuevo el sistema republicano en España.

Ya en el foro hubo un acercamiento al tema (http://www.terceravia.com/foro/viewtopic.php?t=32) desde el plano de la continuación de la monarquía en España. El tiempo transcurre inexorable y las ideas se mantienen o evolucionan sobre un mismo eje. Efectivamente, continúo pensando que la monarquía española ha dejado de tener sentido. La familia real, en general, se ha convertido en un fetiche de seguimiento mediático rosa, para lo cual ya no necesitan de la financiación pública. Existen decenas de grandes compañías que se pelearían por incorporar a Felipe de Borbón -o a Letizia Ortiz que además da puntos para eso de la igualdad- en su consejo de administración, como ya lo han hecho con Jaime Marichalar y con el ex jugador de balonmano Iñaki Urdangarín. El sustento y la vida de vino y rosas los tienen garantizados, yo diría que por varias generaciones.

Creo que en esta idea sobre el fin da la monarquía sólo tiene como escollo el reconocimiento a la labor de representación internacional de nuestro país que realiza el Rey, siempre impecable y por encima del politiqueo propio de la idiosincrasia patria. Pero coincido con Bernat Vidal (http://bernatvidal.blogspot.com) en que sería mucho más democrático que el máximo representante del Estado sea elegido por medio del sufragio.

Si observamos muchos de los comentarios y artículos dedicados estos días al asunto por los más fervientes defensores del sistema republicano, no es en este aspecto en el que se centran sus análisis y críticas. El sector republicano español es mayoritariamente -abrumadoramente, diría yo- izquierdista y de ahí vienen sus desvelos. Esto de la monarquía se asocia irremediablemente a la derecha, a lo "facha", por eso que los republicanos enardecen ante la posibilidad de acabar con este vestigio del pasado, como si la república fuese el futuro, lo nuevo, lo progresista y no un sistema político democrático tan válido como el que nos cobija.

La república y el PSOE

En España la gran mayoría de los que se declaran republicanos son votantes del PSOE, incluso algunos no tienen reparo en afirmar que es el único partido que defiende sus ideales, como hemos tenido ocasión de leer en estos días. Claro que la realidad es testaruda. El PSOE no es un partido republicano y a los hechos me remito. El mandato de Felipe González lo dejó muy claro. Si bien a él puede disculpársele su cercanía con la transición democrática, no podemos olvidar la idílica relación entre monarquía y gobierno en los días del denominado “felipismo”. Nada que ver con la tensa relación entre la Casa Real y Aznar durante los ocho años de gobierno de éste.

Esta segunda etapa de gobierno socialista ya está mucho más distante de la época transitoria. Un gobierno como el de Rodríguez que no cesa de prometer más libertades, más democracia y más participación, amén de dedicarse a acaparar los ideales de la progresía patria, no anda muy lejos de la posición mantenida por su predecesor en el cargo. Abundando más en el asunto, el único cambio en cuanto al sistema actual del que nos habla el gobierno socialista es de la eliminación de la ley sálica, en su continúo guiño para acercarse y ganarse la simpatía de los Borbón.

Por fortuna para el partido en el poder sus seguidores republicanos no quieren ver este panorama. Ellos continúan con su discurso, clamando por un cambio que no llegará en el corto plazo, ni en el medio, porque a los partidos en liza no les interesa abrir un debate de tanto calado. ¿Tanto?. Realmente no es tanto el cambio, por mucho que se empeñen los que vociferan por un sistema republicano. Porque, seamos sinceros, la república no es la panacea, ni el bálsamo de fierabrás que sana todas las heridas de nuestra sociedad, como parecen intentar algunos –románticos- señalar. La república, tal y cómo se plantea hoy por hoy, no sería más que la sustitución de la monarquía por un sistema presidencial, similar al de Francia, Alemania o Italia. Claro que a lo mejor en el imaginario progresista-republicano lo que representa el cambio es la garantía ad infinitum de un gobierno de izquierdas, ¿será eso?.

13 de abril de 2007

¿Es Ridley Scott un intelectual?

Ayer en mi vuelo de vuelta a San José de Costa Rica tuve ocasión de leer muchos periódicos. Todos hicieron referencia a la nueva aparición de la crema de la intelectualidad patria para manifestarse, es decir, firmar un manifiesto, en favor del Gobierno. Me llamó muy poderosamente la atención el tratamiento que el diario El País hizo de la noticia. En su edición nacional apenas le dedicó un pie de foto en la sección nacional, como casi todos los diarios de difusión nacional, mientras que en su edición en inglés, que se reparte gratuitamente en distintos puntos, la puso en portada con un titular que venía a decir algo así como "Intelectuales encabezados por Almodóvar en contra de la política de la oposición".

En primer lugar me llama mucho la atención el tratamiento que se dio a la noticia por un mismo medio en sus distintos formatos. No quiero especular sobre el hecho, sobre todo porque es la primera vez que tengo oportunidad de comparar ambos formatos, pero me da la impresión de que los editores de este periódico hacen en la versión extranjera lo que realmente les pide el cuerpo, mientras que en la nacional intentan mantener la compostura.

Lo segundo que me ha chocado es el manifiesto en sí. Habitualmente este tipo de escritos de dan en circunstancias especiales, léase un acontecimiento significativo, una situación crítica, etc. Este se produce en un momento relativamente tranquilo de la vida pública. Por otro lado, de la lectura del documento resultan muy curiosas una serie de expresiones y frases típicamente empleadas por los portavoces del Gobierno o del partido en el poder, desde el “España va bien”, versión 2.0, hasta el caso concreto de De Juana Chaos. En definitiva, la intelectualidad oficialista española se tira a la calle, en este caso mediática, para criticar a la oposición algo absolutamente anodino.

Claro que entre los “abajo firmantes” lo que encontramos es una banda de gargantas agradecidas autodenominados “intelectuales”, como el titular del periódico del régimen en versión anglosajona se encargaba de recalcar. Intelectuales de la talla de Pedro Almodóvar, que me pregunto yo que de dónde le sacan el título a este señor y a otros pocos miembros de la farándula artística nacional. ¿Cómo se consigue el grado de “intelectual”?, me cuestiono yo ante este nuevo ejemplo de independencia libre pensadora que emana del magno Círculo de Bellas Artes. Si el Gran Wyoming es un intelectual, ¿qué es Jerry Seinfeld?, ¿será igualmente Florentino Fernández un intelectual?. Si Pilar Bardem es una intelectual, ¿lo será también Fernando Esteso?, ¿qué me dicen de Denzel Washington?, ¿y de Jennifer López?.

Yo necesitaría una aclaración al respecto de quién es intelectual y quién no, porque a lo mejor resulta que Ridley Scott tiene todo el derecho a ser considerado uno de los grandes pensadores de nuestro tiempo y a mi casi me da vergüenza decir que Gladiator es una de mis películas favoritas.

28 de marzo de 2007

Se hace camino al andar

He tenido oportunidad de ver parcialmente el nuevo programa de TVE anunciado a bombo y platillo en el que el público –elegido al azar, según contaban- podía preguntar a su antojo –sin preparación previa, según anunciaban, aunque al invitado se le escapó decir en un momento dado: “Esto sí que no estaba preparado”- al Presidente del Gobierno. En general, el programa parece interesante. Las respuestas políticas y vacías, como era de esperar y se echa en falta el derecho de réplica.

Hoy, gracias al programa, sabemos que el Presidente de nuestro país cree que un café cuesta 80 céntimos de euro, un cincuenta por ciento menos de la realidad, y que prefiere que sean mujeres las que ocupen el 50 por ciento de los cargos, aunque los mejor capacitados se queden fuera por motivo de las cuotas. Aparte de eso y del continuo ir y venir de los logros económicos de su gobierno, incluido el descenso en los incrementos en el precio de la vivienda –del 14% al 9%-, lo cual me parece inaudito, poca novedad nos ha aportado este programa. Todo son preocupaciones compartidas y generalidades, política de “café para todos”. Para los inmigrantes, para los desempleados, para los que no pueden adquirir una vivienda digna, etc.

En un momento del programa una joven le ha recordado a Rodríguez aquella frase que corearon sus seguidores más inmaduros –por la edad quiero decir- en la noche de su victoria electoral: “Zapatero no nos falles”. El tipo ha tragado saliva y Rocío, que así se llama la chica, le ha venido a decir en la cara que se siente defraudada. Rodríguez ha visto una puerta abierta ante la crueldad de la acusación y nos ha dado la clave de todo su mandato: “los jóvenes lo que pedían era que España no estuviese en la guerra de Irak y mi primera decisión fue hacer que la tropas volviesen del Golfo. Por tanto yo creo que no he decepcionado a nadie”. Ahí queda eso.

En estos días, con la perspectiva de los años, algunos se dan cuenta de algo que otros vislumbramos desde el primer momento. España se encontraba en una situación de plenitud y el mayor problema de nuestro país, para muchos españoles, sobre todo para los más inmaduros –insisto, por la edad-, era una guerra a miles de kilómetros. Esa es la justificación última de todo. Esa era la única apuesta de un partido y de un dirigente político que alcanzó el poder por medio de una secuencia de acontecimientos fuera de todo contexto electoral. Ese era el único programa electoral: “No a la guerra”. Lo demás se ha ido construyendo como el caminante de Machado, haciéndose camino al andar.

16 de marzo de 2007

De la autoridad moral

En este mundo virtual en el que nos movemos sin duda trasladamos, algunos más que otros, nuestros anhelos, pasiones, miedos y, principalmente, nuestro ego a palabras, frases, conversaciones y a una realidad en la que trascender por encima de lo cotidiano. Algunos piensan que ese traslado les da licencia para sentirse superiores y se sienten acreedores de una autoridad moral impuesta por los ideales a los que abrazan, cuando no simplemente por circunstancias externas y fútiles.

En no pocas ocasiones uno tiene que leer reproches de personas que se sienten en un plano de superioridad otorgado por la autoridad moral que les brinda su presunto nivel cultural. Este quizá sea el menos grave de los ejemplos, sin embargo algunos lo convierten en una coraza inexpugnable que les permite sustituir la falta de argumentos por frases grandilocuentes o citas prestadas tomadas de su vasta y enciclopédica lectura.

Existe una importante cantidad de blogueros, foristas y similares que han hecho de los acontecimientos que sucedieron al fatídico 11 de marzo de 2004 su gran caballo de batalla y, por ende, su posibilidad última de sentir que tienen autoridad moral sobre los que se atreven a discernir sobre ellos en asuntos diversos, tengan o no que ver con aquellos terribles hechos. Han forjado toda una cultura en torno a la autoría de los atentados o acerca de los motivos que los originaron, Guerra de Irak incluída.

He tenido ocasión, igualmente, de ser atropellado por la supuesta autoridad moral de los que ponen nombre y apellidos, con foto incluida, en un foro de Internet. Al igual que algunos se sienten con autoridad moral por acudir o haber asistido a manifestaciones a las que su interlocutor no lo hizo. O esos otros que vivieron en sus propias carnes la crudeza de un régimen dictatorial y cuyos efectos debemos pagar, por la vía de la autoridad moral, los que no tuvimos esa dudosa oportunidad.

“Habemos gente pa tó”, que dijo el torero –discúlpenme por no recordar si fue “El Gallo” o “El Guerra”- y en este medio, que además permite cierta licencias que nos costarían el físico en la vida real, no busquemos, desde luego, la homogeneidad.

Pero la posición que más me conmueve, y no lo digo en el sentido emotivo de la palabra, es la de aquellos que por ser de una tendencia política, mayormente de izquierdas, se sienten en un plano de superioridad sobre el resto de los que no hemos acogido en nuestro discurso los “valores” que ellos voluntariamente y por convicción, evolución personal o por mediación de la tradición familiar han abrazado. A estas alturas de la democracia resulta más que sospechoso que los que se revisten de la presunta autoridad moral del izquierdismo quieran condenarnos a los demás al silencio. Que intenten sin pestañear demostrar que nuestras ideas, argumentos o posiciones no son válidas por el mero hecho de no estar alineadas con sus ideales políticos.

El que escribe no tiene autoridad moral ninguna cuando de debatir un tema se trata. Esa es la simple, sencilla y pura verdad. Porque cuando uno se sienta a redactar unas líneas, al menos en mi caso, la única autoridad moral es la de las ideas, la de los argumentos y, sobre todo, la del sentido común. Pero si queremos revestirnos de autoridad porque nos sentimos moralmente superiores o creemos que nuestros argumentos son más válidos que los del resto, entonces además debemos echar mano de la coherencia, de la consistencia y de la solidez de nuestra posición, muy por encima de la vehemencia, de los pasados gloriosos o tenebrosos, de los nombres y apellidos, de las ideologías prestadas y de todo lo que, en realidad, no hace más que cargarnos de prejuicios y de ideas de segunda mano.

10 de marzo de 2007

¿Quien es Pilar Manjon?

Hoy me ha impactado ver nuevamente en televisión a esa señora enlutada y cariacontecida que saltó a la fama por su comparecencia en la comisión parlamentaria del 11-M. Pilar Manjón ha acudido a un foro a rechazar de plano la "teoría de la conspiración" y a acusar a los que la defienden de obtener rentabilidad política -y económica- por ello. Esta señora me recuerda a las imágenes de las mujeres de principios del siglo XIX. Aquellas que tomaban vinagre para parecer más pálidas porque los cánones del Romanticismo imperante así lo demandaban.

A Pilar Manjón le asesinaron a un hijo aquel fatídico día y le nació la vertiente política dos días después con la oleada de agit-prop. Ahora no pide justicia para su hijo, sino que quiere que el juicio político del 14-M se traslade a los tribunales y que se juzgue a los gobernantes de aquel momento. La Manjón -qué pena ver el apellido de don Andrés haciéndose famoso por esto- no está interesada en conocer la verdad hasta las últimas consecuencias de lo que sucedió y quiénes orquestaron aquella masacre, lo suyo es dedicarse a la pseudo-política versión "tengo autoridad moral porque me mataron a mi hijo".

A Pilar Manjón la ponen en La Primera y le sacan una entrevista en El País siempre que al Gobierno de Rodríguez le interesa. Hoy la hemos visto por eso, porque pintan bastos con lo de la libertad de facto de De Juana y hay que remontar a base de remover muertos, incluído el hijo de la diva socialista del 11-M, perdón por el sarcasmo.

13 de febrero de 2007

A vueltas con la Justicia española

Resulta muy difícil abstraerse de la sucesión de noticias que se están produciendo en España con la Justicia como epicentro de la realidad política. Desde las solicitudes de pena dulcificadas contra los terroristas por parte de los fiscales, hasta las sentencias del Supremo, pasando por la caída del cártel de algún juez/asesor del TC o por la persecución de las tramas urbanísticas, curiosamente siempre con alcaldes de la oposición como objetivo.

Con este panorama, sin duda preocupante, el Gobierno viene a nombrar un ministro del ramo precedido por la polémica. Un ejemplo claro de la politización de la justicia española. Rodríguez ha nombrado a un fiscal con un interesante historial de enfrentamientos con el PP y uno no menos curioso de dedicación a temas político-jurídicos. Su discurso de toma de posesión no ha podido ser más delatador de lo que está sucediendo en la corrupta democracia española.

Para empezar se ha despachado a gusto con su eterno rival político: "vivimos un momento delicado, fruto de la estrategia de quienes, sin haber aceptado la derrota en las urnas, se empeñan en trasladar a la Justicia lo que sólo pertenece al ámbito del debate político". Y esto lo dice un fiscal nombrado ministro, compañero de gabinete de otra jueza, Fernández de la Vega, los cuales seguramente se incorporarán a impartir ¿justicia? cuando los cesen las urnas o su superior, como ya ocurriera con Baltasar Garzón.

Pero eso no ha sido todo. Fernández Bermejo se ha despachado a gusto con el Consejo General del Poder Judicial, al cual acusa de haber perdido la "legitimidad". Claro que a continuación nos quedamos más tranquilos ya que no tiene intención de "intervenir en la bronca y responder al insulto". Es decir, que sus ataques directos al PP y al CGPJ deben algo así como "consejos" sin más intención que la de inciar su período ministerial con "diálogo y talante", que diría su jefe.

Hoy la Justicia en España está absolutamente en entredicho. Uno de los poderes fundamentales y pilar básico de la democracia se está demostrando absolutamente dependiente de los intereses políticos. No hay más que ver el esperpento que vivimos la semana pasada a cuenta de la recusación de Pérez Temps. Tras su salida del tema sobre el estatuto catalán, el PSC amenazó al Gobierno, "si el Estatut cae, el Gobierno cae", así que la jugada estaba servida. Pérez Temps dimite y entra un sustituto nombrado por la mayoría parlamentaria actual y se deshace la minoría en el TC. A cambio surge una igualdad que se rompe con el voto de calidad de la presidenta, a la sazón, esposa del socio de Pérez Temps.

Para la inmensa mayoría de los españoles todos estos movimientos de ingeniería judicial pasan desapercibidos. Es más, si un escucha sólo las declaraciones del fiscal/ministro cualquiera diría que el tipo es un auténtico defensor de la independencia del Poder Judicial, pero esos son los tradicionales fuegos de artificio a los que nos tiene acostumbrados este Gobierno con espíritu de oposición.

23 de enero de 2007

"Futbolizando" la politica

En ocasiones pienso que uno ya tiende a tener un prisma demasiado parcializado cuando percibe la realidad que le rodea. En mi caso concreto en la última semana una serie de acontecimientos me han parecido cortados por el mismo patrón, si bien han venido de diversas fuentes y por distintos medios.

Relatando a un amigo español residente en Costa Rica mi experiencia y opinión sobre la crisis de Air Madrid en un restaurante josefino y con familia de por medio, la conversación se truncó cuando mi interlocutor montó en cólera en vista de que yo culpaba al gobierno de parte de lo sucedido: -

- “¡Aquí los únicos culpables son los chorizos (sic) de Air Madrid, ellos son los que han cerrado”, aseveró mi amigo con los colores faciales encendidos, como nunca lo había visto.
- “Perdona, pero el gobierno les iba a retirar la licencia”, le contesté.
- “Eso son especulaciones, pero la realidad es que ellos cerraron”.
- “No, te equivocas, el director general de Aviación Civil en rueda de prensa el día del cierre de Air Madrid confirmó que al día siguiente les quitarían la licencia”, insistí.
- “La cuestión no es esa, el tema es que los de Air Madrid se han forrado y ahora se quiere culpar al gobierno”, rebatió mi amigo.
- “No creo que los de Air Madrid, a los cuales yo no defiendo en absoluto, se hayan forrado, pero de lo que yo me quejo es de que el Ministerio de Fomento ha tomado una decisión radical en un momento malísimo y sin tener alternativas”, tercié yo.
- “Es que en España siempre se culpa al gobierno de todo, como Rajoy que culpa a Zapatero de los atentados de ETA. Los sinvergüenzas y los asesinos son otros, no el gobierno”, enfatizó él.

En ese momento me di cuenta de que aquella conversación no tenía sentido alguno. Se mezclaban ya las “churras” con las “merinas” y de un acontecimiento del que yo soy afectado directo se pasaba a un asunto político general totalmente diferente, simplemente para justificar que todo lo que haga el gobierno de Rodríguez bien hecho está. En vista de que la comida se iba al garete, decidí callar ante los alegatos que continuaban saliendo por boca de mi interlocutor. Para cerrar la discusión, ahora entre mi esposa y mi amigo, decidí cambiar de tema no sin antes sentenciar:

- “No voy a pelearme contigo por esto, pero lo único que te voy a decir, antes de dar por terminada la conversación, es que si lo hubiese hecho el gobierno de Aznar, tú estarías ahora criticando enérgicamente la decisión”.

A lo que él contestó:

- “Y tú no protestarías si lo hubiese hecho el PP”, afirmó.

Ese fue el colmo y la aclaración absoluta de aquella discusión: tu defiendes tus colores y yo los míos. Para mi amigo yo no era un afectado de la crisis desatada en pleno mes de diciembre por Magdalena Alvarez, sino un “hooligan” del PP –nada más lejos de la realidad- criticando al gobierno por todo.
En estos días también hablé por “skype” con un amigo de España y salió el tema de la barbarie etarra del 30-D. Anuncié a este otro amigo que no me parecía correcta la decisión del PP de no acudir a la manifestación del sábado 13, lo cual no gustó nada a mi interlocutor:

- “¿Entonces qué tiene que hacer el PP, callarse y darle la razón a Zapatero?”, me preguntó indignado.
- “No se trata de darle la razón a nadie, sino de acudir a un acto contra el terrorismo y dejar claro que todos los demócratas estamos unidos contra ETA”, contesté.
- “Pues yo creo que ir a esa manifestación es apoyar a ZP y eso el PP no debe hacerlo nunca”.

Ante la contundencia del razonamiento poco me quedaba que añadir. Lo importante, por tanto, es dejar claro que “nunca” hay que apoyar al gobierno si no es de los “nuestros”.

Los otros dos incidentes fueron en este mundo de blogs y foros. El del seguidor de Jiménez Losantos que veía como una aberración decir que los asesinatos de ETA son aprovechados electoralmente por el PP –lo cual no significa, insisto, que en el PP estén deseando que mueran más personas-, pero no le molestó en absoluto que afirmase que “al PSOE el 11-M no le vino nada mal”, no lo voy a repetir. Aunque sí añadiré que, en ese mismo tema, otro seguidor de Losantos justificó la diferencia entre ambos casos.

El último ha sido este fin de semana en el blog de Justo Serna. En un artículo reproducido en Tercera Vía, Serna reprochaba duramente la comparación que se había lanzado desde El Mundo entre Hitler o Stalin y Rodríguez, a cuenta de la exclusión del debate de las propuestas anti-terroristas del PP. Entre los comentarios al artículo me llamó la atención el de un seguidor del presidente del gobierno que para enfatizar la postura de Serna afirmaba que en el PP aún no había logrado superar “el síndrome golpista”, entre otra lindezas que recalcaban que el PP era un partido nacido del franquismo. Curiosamente Serna, al que tanto molestó la comparativa de El Mundo, no reprochó nada a este comentarista que comparase a Rajoy con Franco.

Y así se va fraguando esta realidad futbolística en la que ha convertido la política española. Lo que más me choca es ver cómo los que se enconan en estas posiciones dignas de los hinchas del “deporte rey” son personas con una sólida formación, espíritu crítico y amplia capacidad de discernimiento. No hablamos aquí de esa masa enfurecida que acude los domingos a los estadios a proferir insultos al árbitro o a los jugadores del equipo contrario. Me refiero a personas con carrera universitaria y puestos de responsabilidad que son capaces de acudir al insulto con extrema facilidad ante un comentario desagradable hacia el partido votado.

En estos momentos no sé si la política se está convirtiendo en una suerte de “otro opio del pueblo”. De ese pueblo formado, educado, que no da cortes de manga en la grada, pero que se enciende si le mientan a su líder. Hay algo tremendamente preocupante y es que los equipos de fútbol sólo se dedican al deporte, pero los políticos tienen la capacidad de gobernar ciudades, regiones, países…Estaremos atentos al marcador que al final es lo que vale, ¿no les parece?.

16 de enero de 2007

Mas de lo mismo: vileza y mas vileza politica en España

Hoy hemos asistido a un acto más de este sainete vil y oscuro en el que se ha convertido la vida política -vértice principal de la democracia- en España. Nuestros políticos ya no tienen el más mínimo reparo en repetir la escena una y otra vez. Los dos principales partidos políticos de esa realidad plurinacional en la que se ha convertido España no ocultan, ni tan sólo disimulan, lo poco que les importan los ciudadanos, sus problemas, sus desvelos. Hoy nos han dejado muy claro que los suyo es la parroquia y los votos, sobre todo los votos.

A estas alturas del partido a nadie se le escapa que la mejor noticia para el PP sería que ETA asesinase mañana a alguien más. Como tampoco le vinieron nada mal -aún ayer nos lo recordó el ex-dirigente de IU López Garrido- al PSOE los 191 muertos del 11-M. Cuantos más muertos más votos y lo demás son zarandajas.

Hoy Rodríguez y Rajoy, los dos personajes más lamentables que ha conocido la democracia española, han escenificado en público lo mismo que hablaron en privado la semana pasada. Rodríguez, con el beneplácito de Rajoy, se ha convertido en un especialista en darle la vuelta a la tortilla. Gran parte del éxito lo podemos achacar a la maquinaria mediática que lo apoya, pero creo que el gran favorecedor de la estrategia anti-PP es el propio PP. El "Pacto Rodríguez" ha sido la última treta del PSOE, ya anunciada desde hace más de una semana, a la cual el PP ha accedido sin rubor ninguno.

El debate de hoy nos ha dejado el mal sabor de boca de todos los debates anteriores entre estos dos individuos. Dimes y diretes, acusaciones y discursos vacíos. Al fin y al cabo no nos hemos enterado de nada, sólo que el PP vuelve a estar solo frente al Gobierno y toda sus minorías plurales a las que Rodríguez siempre antepone. Un nuevo pacto contra ETA pero del que no se ha dicho nada, sólo el mismo eslogan cansino: que integra a todas las minorías. Tampoco el PP ha preguntado por qué otro pacto, ni en qué consiste, simplemente ha repetido con fidelidad su partitura: NO y punto.

Lo dicho. Más de lo mismo. Ni ideas, ni propuestas, ni soluciones. Cuota de pantalla y titulares rimbombantes para la parroquia de uno y otro bando. Vileza y más vileza.

12 de enero de 2007

Entro por la estacion del tren y salio por el aerpuerto

El enunciado de este post es una especie de chiste que se ha podido escuchar este comienzo de año en España en referencia al atentado de aparcamiento de la T4 y su comparativa con el del 11-M. La verdad es que la sabiduría popular a veces tiene más razón que los sesudos razonamientos de columnistas, políticos y analístas varios. Aunque a decir verdad, la realidad creo que presenta una tozudez incontestable.

A mi me sorprende -y de qué forma- que se hable, a estas alturas del partido, de utilización política del terrorismo. Me parece inaudito escuchar lo que he escuchado y leer lo que he leído. Los que hoy claman unidad frente al terrorismo son los mismos que utilizado esa no-unidad para alzarse con el poder hace hoy dos años y diez meses. Aunque también los que perdieron intentaron previamente verse favorecidos por los muertos de los trenes, pero les salió el tiro por la culata.

Este gobierno está sintiendo es sus propias carnes la medicina que aplicó al anterior ejecutivo, a pesar de que la maquinaria mediática del PSOE ha amortiguado mucho el impacto sobre la opinión pública. No hemos más que fijarnos en unos pocos detalles que parecen haber pasado inadvertidos:

- El atentado se cometió el día 30 y el presidente del Gobierno regresó de sus vacaciones hizo un comunicado y las continuó, no visitó el lugar del "accidente" hasta cinco días después.

- No se dieron a conocer ni la cantidad de explosivos ni el tipo hasta pasados cuatro días del atentado. En el 11-M se dieron datos en unas horas y se exigía más y más información al gobierno.

- La principal conclusión de la comisión parlamentaria del 11-M fue achacar graves fallos de previsión al gobierno por lo sucedido. Sin comentarios.

- El presidente del Gobierno a fecha de hoy no ha realizado una declaración clara de cuáles serán los pasos a seguir y si la "vía del diálogo" seguirá siendo su objetivo preferencial para acabar con el "conflicto".

Podríamos seguir enumerando detalles acerca de este desafortunado incidente que ha trastocado los planes de uno que el día antes decía aquello de "hoy estamos mejor que hace un año y dentro de un año estaremos aún mejor". En toda esta historia ha habido neglicencia, ante la imprevisión y la dejadez de funciones frente al terrorismo, como el propio PSOE señaló en la comisión del 11-M; se han ocultado datos, tanto desde el punto de vista de la negociación abierta con la banda terrorista como una vez cometido el atentado; no se han dado respuestas claras a la sociedad sobre cuál es la postura del gobierno de la nación y ahora se quiere achacar al principal partido de la oposición la culpa de todo porque "utiliza el terrorismo como arma electoral" y porque se aparta de la "unidad frente al terrorismo".

Lo de las manifestaciones no es más que la escenificación de la realidad de fondo que existe en todo este tema: los políticos, cuando gobiernan, no quieren aceptar sus errores y, cuando están en la oposición, aprovechan cualquier oportunidad para ganar votos. No les sigamos el juego.