Hace unas semanas, antes de que se produjeran las elecciones en Costa Rica, un bloguero tico escribió que Latinoamérica estaba dando un vuelco hacia la izquierda y pedía que Costa Rica se sumase al cambio y votase por Ottón Solís, el cual se siente heredero de la verdadera socialdemocracia costarricense, si bien su programa electoral, en mi opinión está más a la izquierda. Este tipo de comentarios más o menos afortunados incluyen en el mismo saco a la chilena Bachelet y al venezolano Chávez, pero poco tienen en común soluciones socialdemócratas de Tercera Vía como la de Chile –por otra parte ya en el poder antes de la Bachelet- con los movimientos neo-guevarianos de Venezuela o Bolivia. Así, otro bloguero calificó a la nueva hornada de discípulos de Fidel Castro como “experimentos de dudosa eficacia”.
En España se leen fuertes comentarios contra los líderes de Venezuela, Cuba y Bolivia y se realizan conjeturas sobre cómo llegaron al poder Chávez y Morales, pero sobre todo se critica al gobierno de Rodríguez por su apoyo a este tipo de “experimentos”. Se desconoce en la Madre Patria en general el panorama de América Latina y parece que fue un capricho del pueblo el que se produzcan los “experimentos”.
En este sentido y formulo una serie de causas, movilizadores y programas a partir de los cuales estos “experimentos” se están dando:
1. Hacen su aparición como consecuencia de crisis institucionales, en la mayor parte de los casos, originadas por la corrupción política. Las democracias no siempre han sido la solución a las fuertes disparidades sociales existentes en estos países y muchas de ellas han contado con la única alternativa política de oligarquías económicas y políticas corruptas y que se han dedicado a ensanchar más la brecha social.
2. Son movimientos populistas. Se adueñan de la voz del pueblo al que arengan con discursos radicalizados con los que la masa se identifica. Ofrecen una salida al pueblo que tiene poco que perder, se asemejan, en cierta medida a nuevas religiones a la que los menos favorecidos se abrazan al no tener mayores esperanzas. Sus líderes tienen el discurso que quieren dar tan asumido que sus respuestas nos parecen espontáneas, pero todo forma parte de un estudiado marketing.
3. Atacan duramente a los EE UU como el enemigo a batir y causante de los males del pueblo. En cierta medida el papel de los EE UU ha sido muy nefasto en el continente en donde han apoyado a distintas dictaduras y a gobiernos corruptos a cambio de tener una fuerte influencia sobre estos países.
4. Sus programas económicos son aislacionistas: nacionalización de empresas, rechazo a los tratados de libre comercio, cierre de puertas a la inversión extranjera, etc. Aunque se habla de una “unión latinoamericana” que revive el viejo sueño del Ernesto Guevara de una América Latina socialista.
Para colmo estos "experimentos" cuentan ahora con la "solidaridad" de los petrodólares venezolanos, que ya no se encargan de realizar más inversiones en territorio propio dado que Chávez ha consolidado su hegemonía y busca más aliados en el continente. Así, Chávez ha prestado dinero a un Kichner en apuros o al socialista uruguayo Tabaré Vázquez, amén de las aportaciones de campaña que prodiga en cualquier escenario pre-electoral latino.
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