21 de diciembre de 2006

Escandalo politico de primer nivel: Cierre de Air Madrid

El conflicto generado por el cierre/retirada de licencia de Air Madrid hace ahora unos días está derramando ríos de tinta y derrochando minutos de los principales informativos televisivos y radiofónicos del país. Mucho se ha escrito, se sigue escribiendo, y se sigue comentando, pero esta crisis desatada parece que será sólo un incidente más dentro de la legislatura política de turno.

En primer lugar hemos de tener en cuenta que este problema está afectando a más de 130.000 personas, según los datos que aportan los medios de comunicación, seguramente informados por el Ministerio de Fomento, el cual ha sido, sin lugar a dudas, el que ha generado esta situación, independientemente de la mala gestión de la aerolínea cerrada.

La segunda consideración fundamental es el momento en el que se produce: en plena temporada de vacaciones navideñas. Esto hace que lo que ya es un problema para decenas de miles de personas, se convierta en un drama familiar en la mayoría de los casos. Desde los inmigrantes latinos que viven en España, hasta los emigrantes españoles que vivimos en América Latina, pasando por los miles de turista de un lado y otro del océano que, de la noche a la mañana, pasan a desconocer si podrán regresar a sus hogares o a realizar el viaje soñado.

Por esos dos motivos creo que no puede dejarse de lado dentro de la actualidad informativa y política nacional lo sucedido.

El Ministerio de Fomento, dirigido por Magdalena Alvarez, inició de forma extraña hace unas semanas una campaña de comunicación en la que se señalaba la posible suspensión de la licencia de Air Madrid. Los motivos ministeriales para la toma de tal medida no se dieron a conocer, aunque eran vox populi los continuos retrasos que se producían en los vuelos de la compañía mallorquina y por tanto todos pensamos que esa era la razón. Esta situación era de sobra conocida por todos los actores de esta historia, desde los clientes hasta las agencias de viaje, muchas de las cuales advertían a sus clientes y les hacían firmar un documento de no-responsabilidad por su parte respecto a lo que sucediese con los vuelos de la polémica aerolínea. En mis propias carnes he vivido retrasos de hasta 14 horas, pero los precios de esta compañía eran tan atractivos que nos permitían “cruzar el charco” por el precio de un billete regional. Los retrasos producen un cabreo momentáneo que se quita cuando el ahorro supera los 400 euros por barba.

La situación en algunos casos se complicó bastante, porque es evidente que con una flota tan limitada, frente a la cantidad de vuelos ofertados, como la de la aerolínea en cuestión, los problemas de retrasos estaban cantados. No se llega a comprender, sin embargo, que esto fuese motivo de retirada de la licencia. En cualquier caso podríamos haber pensado en que se limitarían las rutas o se obligaría a la compañía aérea a incrementar su flota. Un serio aviso sí que era previsible, pero la retirada, máxime en plenas vacaciones navideñas resultaba impensable. Pero evidentemente la maquinaria estaba en marcha cuando antes de tomar ninguna decisión, el ministerio dirigido por la malagueña comenzó a dar un ultimátum a Air Madrid y con el agravante de que lo hizo público a los cuatro vientos.

Air Madrid se adelantó en un día a la retirada de la licencia. Porque no nos olvidemos de que los responsables de Aviación Civil declararon que iban a tomar tan drástica medida, a pesar de las alegaciones presentadas, el día siguiente al del cierre anunciado por la aerolínea. Sin duda que el propietario de la firma pensó que esa medida forzaría a Fomento a replantear la situación. No sucedió como pensó el estratega que asesoró a Carrillo, accionista único de Air Madrid. Magdalena Alvarez ya había tomado la decisión y era irrevocable.

El dispositivo de “ayuda humanitaria”, como le llamaron desde Fomento, estaba montado en muy pocas horas y se anunció a bombo y platillo que iban a resolver el problema para que todo el mundo, como rezaba el anuncio de los turrones, volviese a casa por Navidad. Nada más lejos de la realidad y en Barajas continúan cientos de personas. Dos días después de estallar la crisis el operativo había cubierto todas las plazas disponibles, no más de 8.000, menos de un diez por ciento de los afectados, recordemos: más de 130.000. Además los aviones fletados –valorados en 5 millones de euros- sólo saldrán hasta el jueves 21, los demás ya no importan a Fomento.

Ante el caos originado ahora Fomento sale con el argumento de la seguridad. Claro que ese argumento es un arma de doble filo, porque si los aviones de Air Madrid eran inseguros, ¿por qué los dejaban volar?. Es más, ¿por qué renovó Fomento en mayo la licencia a la aerolínea?. Sólo una anécdota. En el mes de noviembre tuve oportunidad de volar en Air Madrid con un copiloto que iba acompañado de su esposa y tres hijas, ¿alguien puede creer que un piloto volaría con toda su familia en un avión con posibles deficiencias de seguridad?. Esta claro que este as se lo ha sacado de la manga Magdalena Alvarez en vista de lo que se le venía encima.

El primer beneficiado de esta situación no hay que ser muy inteligente para verlo: la compañía que recupera su monopolio en muchas rutas directas a América Latina. Esa compañía antes estatal y a la que tanto cariño deben guardar los actuales responsables de Fomento. En 24 horas Iberia ha subió un 40 por ciento sus tarifas en todos sus vuelos a los destinos en los que Air Madrid era su único competidor.

Este de Air Madrid es un escándalo político de primera magnitud. Tapado como siempre por la maquinaria propagandística que pagamos entre todos los españoles, con nuestros impuestos o merced a los favores gubernamentales. Resulta vergonzosa la manipulación a la que está siendo sometida la opinión pública en este caso y patética la actitud de los gobernantes de este país que, no sólo han generado un conflicto de afecta a miles de familias, sino que son incapaces de gestionarlo y que se dedica a poner el ventilador y culpar a los demás, desde a Air Madrid –parcialmente culpable- hasta a Esperanza Aguirre por asistir a la inauguración de la aerolínea hace dos años y medio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El escandalo ha salido ahora, resulta que ha habido una conspiración Miguel Angel Rodríguez, COPE y EL MUNDO, para desprestigiar al gobierno. Juego limpio total!

Pakithor dijo...

¿Adivinan qué línea aérea española acaba de anunciar el aumento de sus frecuencias Madrid-San José?.

Saludos